Mientras que el desarrollo sociopolítico de los pueblos del centro de México alcanzó su clímax en la última parte del período postclásico (900-1500), la civilización maya tuvo su máximo esplendor en la etapa clásica (200-900 d.C.). A lo largo de estos siglos las ciudades-estado desarrollaron una inusitada actividad crea-dora que se plasmó en múltiples órdenes: arquitectura, relieve y escultura, pintura mural y cerámica, matemática y calendario, mitología y ritual. José Alcina Franch recoge en «Mitos y literatura maya» una selección de las más importantes muestras de las tradiciones orales de los mayas que alcanzaron su expresión escrita bajo la dominación española: El Popol Vuh, los Libros de Chilam Balam, los Anales de los cakchiqueles, los Textos de Quintana Roo, los Textos lacandones, los Textos tzotziles, la Historia de los xpantzay de Tecpán, Guatemala, el Códice de Calkiní, el Título de los Señores de Totonicapán, el Rabinal Achí, el Libro de los Cantares de Dbitbalché y los Cuentos son de un valor extraordinario para comprender el profundo sentido de la civilización maya, esa gran cultura mesoamericana.